lunes, 28 de febrero de 2011

Maridos: ¡Nunca dejen de enamorar a sus esposas! y Viceversa!!!

Maridos: 
¡Nunca dejen de enamorar a sus esposas!



Mi esposa y yo nos amamos mucho, pero estamos pasando por una época de frialdad. No nos sentimos muy carca el uno del otro. ¿Es esto normal? ¿Hay alguna forma de reavivar el fuego que una vez existió... el fuego de cuando recién nos casamos?
Esto sucede tarde o temprano en TODO matrimonio. Es como si los esposos hubieran perdido por un tiempo la fuente de energía que antes activaba su romance.

Que de repente desaparezca o ser pierda de vista la fuente de donde ustedes deben revitalizar esa energía podía significar la muerte segura para un matrimonio. Los antiguos navegantes de barcos de velas temían a muchas cosas, entre ellas piratas, huracanes y otras vicisitudes marinas. También temían a que se les agotabaran las provisiones de agua y víveres. Pero a lo que más temían era a ir a la deriva durante días o incluso semanas sin brisa que los pusiera de nuevo en camino. Esa brisa es como la energía que a muchos matrimonios parece que se les agota.
También los matrimonios que una vez fueron emocionantes y llenos de amor se pueden ver atrapados en la zona de calma romántica, la cual puede causar la muerte lenta y dolorosa de la relación. El que los cónyuges salgan solos y se traten románticamente, puede cambiar estas pautas y ser muy divertido. Por supuesto que no hay medicina instantánea para un matrimonio estancado, pero se pueden echar a un lado las excusas para comenzar a tener citas amorosas con la persona que se ama. De hecho, podrían tratar de pensar como adolescentes de nuevo. Permítanme explicarles.

Recuerden por un instante las locuras de los días en que eran novios: la timidez, el coqueteo, las fantasías, la búsqueda del premio. Cuando pasamos del noviazgo al matrimonio, a la mayoría de nosotros nos pareció que debíamos crecer y dejar detrás los juegos. Sin embargo, es posible que no hayamos madurado tanto como nos gustaría creer.

En algunos sentidos, nuestras relaciones románticas siempre tendrán algunas de las características de la sexualidad adolescente. A los adultos les sigue gustando la emoción de la conquista; siguen sintiendo el atractivo de lo inalcanzable, la emoción de lo nuevo y el aburrimiento de lo viejo. Por supuesto, en una relación donde hay un compromiso, se controlan y reducen al mínimo los impulsos inmaduros, pero nunca desaparecen por completo.

Esto los podría ayudar a mantener la vitalidad en su matrimonio. Cuando las cosas se hayan vuelto aburridas entre usted y su cónyuge, necesitarán recordar algunos de los viejos trucos. ¿Qué tal un desayuno en la cama? ¿Un beso bajo la lluvia? ¿O volver a leer juntos sus viejas cartas de amor? ¿Una noche en un hotel cercano? ¿Una llamada telefónica al mediodía? ¿Una rosa y una nota amorosa? Hay docenas de formas para hacer que de nuevo sople el viento en las velas.
Si les parece un poco inmaduro actuar de nuevo como adolescentes, tengan presente esto: En los mejores matrimonios, la conquista no termina nunca.

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