domingo, 20 de marzo de 2011

¿Que hago para alcanzar el éxito en mi matrimonio?

¿Que hago para alcanzar el éxito en mi matrimonio?


¿Que hago para alcanzar el éxito en mi matrimonio?
Este es un tema tan amplio como la misma Biblia, de Génesis a Apocalipsis, empieza con un matrimonio y termina igual.  Es una relación tan significativa e importante para Dios que El mismo la compara y la muestra como la sombra o figura de la relación de Cristo con su Iglesia.

“Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo. Esto es un misterio profundo; yo me refiero a Cristo y a la iglesia. En todo caso, cada uno de vosotros ame también  a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su esposo.”  (Efesios 5:31-33)

Así que compartiré contigo algunos principios fundamentales que te pueden ayudar a abrir las puertas al éxito para tu matrimonio. Estos principios los obtenemos por supuesto de la Biblia que es el manual de Dios para el comportamiento humano.

Entrégate íntegramente sin esperar nada a cambio.

Así como Cristo se entregó por nosotros sin esperar nada a cambio. El resultado será nuestra propia felicidad, ya que nuestro mayor deseo en el matrimonio será hacer feliz a nuestro cónyuge.  Actuando así, segaremos felicidad también para nosotros.  Recuerda la ley de la siembra y la cosecha, cuando más recibimos en cuando más hemos dado.

Actúa con madurez

La madurez en la esfera emocional se le llama GENEROSIDAD.  Los bebés y los niños son egoístas, un niño siempre se quiere salir con la suya, demandan  más de lo que dan, es lo natural. El problema es que a veces llegamos al matrimonio con esta actitud inmadura lo cual puede ser desastroso.  La mejor actitud que contribuye al éxito del matrimonio está basada en la generosidad.  Una persona madura se casa no por lo que pueda obtener sino por lo que pueda entregar a su pareja.

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria;  antes bien con humildad,  estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio,  sino cada cual también por lo de los otros”. (Filipenses 2:3-4)

Se una mujer sujeta 

No hay ninguna organización que funcione adecuadamente si cuenta con dos cabezas; y lo mismo sucede en el hogar.  Uno de los más grandes obstáculos para el éxito del matrimonio es que hoy en día se cree, equivocadamente, que la mujer no debe estar sujeta a su marido. La educación y la psicología modernas le han dado la idea a la mujer que la sumisión  es una noción anticuada. Pero cuando la sumisión abandona el hogar, por la misma puerta sale la felicidad.

Con amor  y  sabiduría puedes y debes expresar tu opinión esto es parte también de ser “ayuda idónea”.

La sujeción no significa que la mujer no puede expresar su opinión “siguiendo la verdad en amor” Efesios 4:15, sino que debe someterse a los deseos de su esposo cuando el toma una decisión.

Asimismo vosotras,  mujeres,  estad sujetas a vuestros maridos;  para que también los que no creen a la palabra,  sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,

Considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
 (1 Pedro 3:1-2)

Una verdadera comunicación


La mayor parte de los problemas conyugales nacen de la incapacidad de dos personas para hablar entre sí el hombre y la mujer maduros reconocen que hay unidad en el amor, pero al mismo tiempo tiene que haber libertad para ambos.  Ninguno debería ser absorbido por el otro.  Cada uno debe mantener su personalidad y su identidad debe haber respeto por los derechos y privilegios del cónyuge. Las parejas que se sienten seguras en el matrimonio pueden ser honestas en todo tipo de sentimiento. El hombre y la mujer que pueden ventilar sus diferencias, despojarse de su hostilidad y luego besarse y hacer las paces, cuentan con una gran probabilidad de envejecer juntos.

Haz del perdón un hábito

El perdón es parte de la vida de todo cristiano y más aún es  dentro del matrimonio. La falta de perdón trae rencor, tensión amargura y no permite que todas las bendiciones se derramen sobre nuestra vida.  El Señor nos manda a perdonar así como el nos perdonó.

“Airaos,  pero no pequéis;  no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.”(Efesios 4:26-27)

Jesucristo está interesado en todas las áreas de tu vida. Si vives de acuerdo a su voluntad pídele que te ayude a utilizar estos consejos en tu matrimonio  y verás como tu hogar se verá ricamente bendecido.

 Aprende a depender del Espíritu Santo, clama por sabiduría en todo lo que digas, ama con todo tu corazón y haz del perdón un hábito en tu matrimonio, Disfruta las cosas pequeñas, ama, respeta, y acepta a tu cónyuge tal y como es.

“Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vinieron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.” 
(Mateo 7:24)

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